Las nuevas solicitudes de prestaciones por desempleo en Estados Unidos están llegando a niveles no vistos en la historia reciente, como resultado de la pandemia de coronavirus. Algunos economistas proyectan que Estados Unidos pudiera recibir unos 3 millones de nuevos pedidos de prestaciones por desempleo cuando se publiquen el jueves las cifras para la semana del 15 al 21 de marzo. Eso sería alrededor de 12 veces el total de la semana previa.
Hace apenas una semana, David McGraw estaba cocinando diariamente para centenares de comensales en uno de los restaurantes ilustres de Nueva Orleans. Ahora está cocinando para sí mismo, en casa, luego de ser despedido junto con centenares de miles de personas en Estados Unidos a causa de la crisis causada en la economía por la pandemia del coronavirus.
Se espera que las cifras del Departamento de Trabajo en Estados Unidos, que se publicarán el jueves, van a romper el viejo récord del mayor número de nuevas solicitudes de prestaciones por desempleo presentadas en una sola semana. Hay más desempleados repentinos en el país que durante la Gran Recesión y más que después de desastres naturales mayores, como huracanes, incendios e inundaciones.
Sin embargo, McGraw y otros como él, no necesitan las cifras oficiales para entender las nuevas realidades de la vida en uno de los epicentros en Estados Unidos de la pandemia del COVID-19.
“Toda la ciudad, despedida. Todo el mundo”, dice McGraw, con una exageración que a veces no lo parece. “Todos los que trabajábamos en un restaurante estamos despedidos”.
Restaurantes, hoteles, aerolíneas, fabricantes de automóviles e instalaciones de espectáculos han sido severamente golpeados en momentos en que ciudades, estados y países enteros han ordenado el cierre de toda la actividad no esencial e instruido a sus ciudadanos a quedarse en casa, con el objetivo de prevenir la diseminación del coronavirus.
Las precauciones han afectado la economía global. Compañías en Europa están despidiendo trabajadores al paso más rápido desde la crisis financiera global de 2009, según sondeos de gerentes de negocios.
Las estadísticas oficiales para Europa no han salido aún, pero las empresas han estado anunciando decenas de miles de despidos, tanto permanentes como temporales. El aumento del desempleo pudiera no ser tan pronunciado como en Estados Unidos, porque es más difícil despedir a empleados en Europa, donde muchos gobiernos están ayudando financieramente a las compañías para que mantengan a sus trabajadores en licencia parcialmente pagada.
Algunos economistas proyectan que la cifra de nuevos pedidos de prestaciones por desempleo en Estados Unidos será de varios millones. “Va a ser un aumento astronómico”, dijo Constance Hunter, presidenta de la Asociación Nacional de Economistas de Negocios y principal economista en la firma de contabilidad KPMG. “No tenemos nada así registrado en la historia”.